La reforma garantiza una disminución en el consumo energético anual, lo que redunda en el ahorro de la emisión de CO2 de las viviendas. En concreto se estima un ahorro de 1713,50 kgCO2/año y 7,70 kgCO2/año*m2.
Al aislar las viviendas por el exterior, conseguimos dejar la inercia térmica (masa de los muros) al interior a la par que conseguimos unos muros exentos de condensaciones superficiales. De esta manera lo muros estarán siempre calientes y se evitará el efecto de "pared fría" existente.
Los aislamientos consisten en 8cm de EPS en fachadas, 10cm de lana de roca en bajo cubiertas y en techo de sótanos. En el bajocubierta se planteó la solución de aislar también el exterior, solució mejor térmicamente, pero más costosa al tener que levantar todas las tejas (pizarra) y volver a retejar después. Se optó por aislar por el interior para cumplir con el presupuesto disponible y dejar para una segunda fase, la reforma total de la cubierta.
Del total de coste de la obra, el 27% se subvencionaron por el IDAE a fondo perdido, y otro 47% se financió a 12 años con un interés mínimo. Todo ello a través del programa PARRER.
Se calcula que el préstamo se paga ampliamente con los ahorros en calefacción obtenidos (35%),
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